Es algo curioso de la naturaleza humana que mientras algunas gentes ven en ciertas situaciones oportunidades de éxito, otras solo ven problemas. Cuando entrenas tu mente para buscar oportunidades, encontrarás que todos los días, literalmente, se te presentarán cada vez más oportunidades que puedes aprovechar. Parecerá que de pronto surgen numerosamente a tu alrededor, y que en lugar de buscarlas pareciera que te buscan. Ante ello, tu mayor problema será la elección de aquellas oportunidades que pudieran ser las mejores. El primer paso para asegurarte de que estás listo para reconocerlas cuando se presenten ante ti, es teniendo una comprensión clara de tus propias capacidades competitivas. Evalúa de manera realista tus fortalezas y debilidades como si estuvieras revisando las credenciales de identificación de un completo desconocido. Identifica qué áreas son las mejores y aquellas en los que necesites mejorar. Trabaja en tus debilidades y aprovecha tus puntos fuertes para que cuando reconozcas las oportunidades estés capacitado para sacar provecho de ellas.