Es un hecho bien conocido que uno llega finalmente a creer lo que a si mismo se repite constantemente, “ya sea algo cierto o falso”. Si un hombre repite una mentira constantemente, eventualmente aceptará tal mentira como una verdad. Además, llegará a creer que esa es la verdad. Por eso, todo hombre es lo que es a causa de los pensamientos dominantes que permite que ocupen su mente.