Alguien dijo una vez que la razón por la que a menudo se falla para reconocer las oportunidades es porque vienen disfrazadas de problemas. Cuando un cliente, un colega, o tu mismo jefe tiene un problema, puedes crear de esa situación una oportunidad valiosa para ti. No es tan importante para la persona que tiene el problema determinar las causas sino asumir la responsabilidad de resolverlo. La próxima vez que un cliente, un colega, o tu jefe te pidan ayuda en algo que esté fuera de tu área de responsabilidad, en lugar de evadir el compromiso, ofréceles tu ayuda para solucionarlo. Ve la situación desde el punto de vista de la otra persona y cuestiónate ¿Cómo le hago para manejar la situación si los papeles se invirtieran? Toma la iniciativa para encontrar la respuesta, resuelve el problema, o mantén el proyecto adelante.