El éxito siempre conlleva un riesgo. Aprovechar oportunidades puede implicar inversión de tiempo, dinero y esfuerzo. Al analizar las oportunidades, sé cuidadoso y cauteloso, pero no permitas que la timidez te detenga. Es natural que después de trabajar muy duro por mucho tiempo lo pienses mejor antes de arriesgar dinero y bienes que tengan un alto valor sentimental y monetario para ti. Pero ¿para qué sirven esos medios si no pueden aprovecharse para conseguir más riqueza? Reconocerás oportunidades en la medida en que estés dispuesto a considerar riesgos de tiempo, dinero y esfuerzo en tus propósitos. Infúndete de valor y coraje para enfrentar esos riesgos y actúa a partir del momento en que surja esa oportunidad en tu mente. Nadie te persuadirá al éxito, ya que lo encontrarás sólo en la medida en que activamente lo busques.