Si realmente estudias y analizas a los que han llegado a la cima de cualquier organización, encontrarás que son personas que aceptan de buena gana los retos, toman la iniciativa y hacen el trabajo. No se quejan, y no ponen excusas. Aquellos que nunca llegan a ninguna parte en sus trabajos y profesiones parece que no entienden que quienes logran el éxito no lo consiguen por el sólo hecho de llegar a la cima sino por su constancia y forma de conducirse durante todo su trayecto hasta el logro de sus metas. Puedes fácilmente convertirte en una de esas personas, que regularmente avanzan en cualquier organización, si estás dispuesto a pagar el precio. Cualquier buen administrador te dirá que el tipo de gente que más se requiere en cualquier empresa son aquellos que pueden pensar por sí mismos, que toman la iniciativa para hacer lo más conveniente sin que se lo digan, y quienes no se despegan de su trabajo hasta verlo concluido correctamente. Tú puedes ser una de esas personas, simplemente decídete a serlo.