La adversidad dota a las personas de la resistencia necesaria para desarrollar la fortaleza que se requiere para superar los grandes obstáculos. Esta fortaleza se forma con base en la autoconfianza, la perseverancia, y, muy importantemente de la autorrealización. Quizás has sido presuroso al juzgar a un competidor, o muy tímido en tu visión de lo que se requiere hacer ante un contratiempo en tu camino. Deja que la adversidad te guíe al entendimiento de tus errores cometidos y de las cualidades que requieres cultivar. Nadie se regocija ante una desilusión, pero si eres una persona consciente del éxito, podrás transformar esas situaciones en una oportunidad para mejorar tu carácter, o sea, una oportunidad que de no ser por la adversidad jamás se te hubiera presentado.