Aunque este dicho no parezca ser verdad cuando te encuentras en un serio problema, no obstante nunca puedes perder dos de los valores más importantes que tienes. Que son el poder de tu mente y la libertad para usarlo. Una vez que tú recurres a ellos para entender y comprenderte mejor, puedes entonces comenzar a generar nuevos planes. Puedes no tener el mismo dinero que alguna vez tuviste, quizás no tengas las mismas amistades que ya se han ido, pero aún tendrás el beneficio de un universo que eventualmente recompensa siempre el esfuerzo honesto, lo mismo que la experiencia que ayuda a aprender de los errores para no cometerlos de nuevo.