Existe una relación de causa y efecto entre tus acciones y lo que obtienes por realizarlas. Cuando pones más de ti mismo en tu carrera, tus relaciones personales, tu fe religiosa, y cualquier otro aspecto de tu vida, obtienes más provecho de todas esas acciones. Al poner tu mayor esfuerzo por ser mejor cada día serás realmente feliz con la empresa para la que trabajas, tu trabajo, y contigo mismo. Tu más duro crítico y más feroz competidor debes ser tu mismo.