Alguien alguna vez dijo que nadie puede realmente motivar a alguien más, todo lo que podemos hacer es motivarnos a nosotros mismos y esperar los resultados. Probablemente nunca sepas lo mucho que puedes influir en los demás con tu comportamiento. Siempre que recorres esa milla extra podrás influir en aquellos que están dentro de tu círculo de amistades, conocidos, familiares, compañeros de trabajo, e incluso en tus jefes para que hagan un mejor trabajo del que habían hecho hasta entonces. Esa valorización de ti mismo y de los demás en tu alrededor mejora notablemente por tu capacidad para influir en los demás a que sean más felices y más productivos. No hay topes de salario o limites de desarrollo profesional para aquellos que pueden guiar a los demás hacia mayores alturas de éxito. Esas gentes son simplemente muy valiosas.