Autopersuadirte a que puedes lograr objetivos es un comienzo fuerte. Ya que hagas lo anterior, desarrolla un plan sólido y ponlo en acción. Cuanto más tiempo te demores, más difícil será empezar. Rara vez se diseña un plan perfecto. Si ya tienes una visión clara de tu objetivo y un plan que sea lo suficientemente flexible como para permitirte hacer frente a obstáculos imprevistos o aprovechar oportunidades imprevistas, entonces no te demores un minuto más para actuar. Sólo entrando en acción, incluso si tienes que hacer ajustes más adelante, es la única manera que te ayudará a enfocar tu mente y canalizar tus energías en la dirección de tu objetivo.