Examina la vida de las personas de éxito, y encontrarás que han pagado un precio por sus logros, que es directamente proporcional a la cantidad de éxito que han ganado. Un examen cuidadoso de estos hechos, revela casi siempre que el éxito ha llegado después de años de estudio y preparación. Este principio es constante en casi todos los ámbitos del conocimiento: en las artes, la medicina, la ciencia o los negocios. Nada de lo que vale la pena, se logra con facilidad. Al considerar tus propias metas, también considera lo que estás dispuesto a sacrificar por lo que esperas recibir. Debes estar preparado para dar generosamente tiempo y talento mucho antes de que esperes un retorno de tu inversión. Muchos de los “éxitos repentinos que suceden de la noche a la mañana” en realidad son el producto de intenso trabajo realizado en el anonimato durante muchos años antes de que estas gentes fueran finalmente reconocidos por sus logros.