Del Smith, el millonario presidente y fundador de “Evergreen International Aviation”, frecuentemente solía decir, “Gracias a Dios que nací pobre porque eso me obligó a aprender a trabajar”. Como muchos otros que han llegado a la cima por si solos, Smith cree que el regalo más grande que se le puede dar a un niño es enseñarle el valor del trabajo, por ser algo que nunca perderá ni le podrán robar. Un deseo natural de todo padre es proveerles a sus hijos con todo lo material de lo que ellos mismos de niños carecieron. Esa generosidad, sin embargo, frecuentemente priva a los hijos del regalo más grande que pueden recibir: la confianza en su capacidad para ser autosuficientes. No consentirlos para que conozcan el aspecto difícil de la vida, les ayuda a aprender el valor del trabajo, lo que a su vez se traducirá en una mayor expectativa de éxito en su vida adulta.