El éxito es un evento más que un proceso. El mayor logro se alcanza después de lograr una cadena de éxitos más pequeños. La mayoría de nosotros sube peldaños en el trabajo poco a poco mediante la capacidad que se demuestra. Cuando comenzamos nuestras carreras, nos asignan responsabilidades equiparables a nuestra habilidad y experiencia. Conforme demostramos nuestra valía como trabajadores a la empresa, en la misma medida se nos va delegando más responsabilidades gradualmente y se nos involucra cada vez más en proyectos de mayor importancia. Por eso cuando asumas la responsabilidad en algún puesto, hazlo con la mirada puesta en los futuros proyectos de la empresa. Saca el mayor provecho de tu empleo actual, pero siempre ten en mente planes para el futuro. Cada día que pase, visualízalo como una oportunidad de aprender algo que te convertirá en algo más valioso para la compañía en la que trabajas, de tal modo que cuando se presente la posibilidad de alguna promoción, sea tu nombre el primero que venga a la mente de tu jefe.