Dice el viejo adagio “Si no puedes decir algo bueno de alguien, mejor no digas nada en absoluto” algo muy cierto y especialmente válido en cualquier momento de nuestra existencia. En cualquier organización, independientemente de su tamaño, los rumores trabajan horas extras cuando se trata de chismes y rumores negativos. Y puedes estar seguro de que todas esa cosas desagradables que se dice de los demás, muy pronto involucra también a quienes se encargan de esparcir esos chismes, porque no dudes que esas mismas personas que te hablan mal de los demás son las mismas que hablaran mal de ti con esas gentes a quienes deshonran. No sólo no debes hablar mal de los demás, tampoco debieras participar en conversaciones en las que otros lo hacen. Mejor dedica tu tiempo a compartirlo con aquellos que se enfocan realmente en asuntos importantes y de ese modo nunca tendrás que disculparte con nadie por haberte involucrado en chismes y rumores sin sentido.