Mark Twain alguna vez hizo la observación de que “la diferencia entre las palabras correctas y las palabras casi correctas equivale a la diferencia entre la luz y la luz de una luciérnaga”. Nunca es apropiado utilizar la irreverencia o malas palabras entre grupos de gentes que no conozcas bien. En vez de eso, construye tu vocabulario leyendo y estudiando de tal forma que puedas expresarte con sencillez y elocuencia. Cuando expandes el número de palabras que sabes, también expandes tu mente, porque el conocimiento de las palabras y sus significados requieren del conocimiento de los conceptos que están detrás de ellas. Asegúrate siempre de apartar cierto tiempo a diario para el estudio y la reflexión.