Margaret Wolfe Hungerford alguna vez dijo: “La belleza está en el ojo de quien mira.” Era su manera de decir que vemos lo que queremos ver en los demás. Cada ser humano vivo es una compleja combinación de sentimientos, emociones y pensamientos, algunos buenos, otros malos. Tu impresión acerca de los demás depende en gran medida de ti mismo y de tus expectativas con respecto a ellos. Si crees que alguien es bueno, le descubrirás cualidades. Si no, no hallarás más que defectos. Cuando eres una persona positiva, tiendes a encontrar cualidades positivas en los demás. A medida que trabajas para desarrollar buenos y constructivos hábitos para mejorar continuamente, lo conviertes en una práctica de buscar las mismas cualidades en los demás. Es fácil de detectar las deficiencias del otro, pero cuando identificas lo bueno de las demás personas y las felicitas por sus logros positivos, automáticamente encontrarás amigos en quien confiar en los buenos y malos momentos de tu vida.