Puede dominarse un río durante cierto tiempo mediante una presa, pero no cabe duda de que más tarde o más temprano sus aguas busquen una salida. Lo mismo se puede decir sobre la emoción sexual. Puede sumergirse y dominarse durante cierto tiempo, pero su misma naturaleza siempre buscará medios de expresión. Si no se transforma en algún esfuerzo creador hallará una salida de valor mucho más inferior.