Las relaciones humanas más nobles son las que se han formado en un espíritu de cooperación y armonía. La cooperación, en muchos sentidos, es la manifestación física del cuidado y preocupación por el prójimo. Cuando se trabaja con otros en un espíritu de cooperación amistosa, te estás conduciendo de acuerdo a los principios fundamentales de la mayoría de las religiones y todas las sociedades exitosas. Todo el mundo en ocasiones se siente acosado por los celos o la envidia, y muchas veces acompañado por el deseo de ver en problemas o dificultades a las personas con los que no simpatizan en absoluto. Las personas verdaderamente exitosas han aprendido a reprimir tales impulsos. Ellos saben que si se concentran en sus propios objetivos y ayudan a otros a lo largo del camino, con el tiempo llegarán a sus metas. No es fácil ser siempre una persona amistosa y cooperativa, pero al final encontrarás que vale la pena el esfuerzo.