En la mayoría de las grandes organizaciones, la cantidad de tiempo y energía que se malgasta en la rivalidad entre departamentos es enorme. Gerentes que compiten con otros por la ambición de puestos provoca un desgaste considerable de recursos que de otra forma pudieran ser mejor canalizados al cumplimiento de la misión de la compañía de servir mejor a sus clientes. Peor aún, un criterio negativo en la dirección de la empresa puede causarle la pérdida de oportunidades, que sólo pueden ser cuantificados al cabo de meses e incluso años. No importa si eres un jefe de departamento o el más nuevo en un equipo de trabajo, de cualquier forma tu puedes ayudar a tu empresa inmensamente cuando te niegas a involucrarte en luchas internas y juegos políticos que a nada conducen. Mejor compite contigo mismo para hacer el mejor trabajo que puedas hacer en lugar de competir con los demás.