Al mundo lo conviertes en la forma que quieres verlo. Puedes llegar a grandes alturas de éxito, o puedes conformarte con una vida miserable que carezca de esperanza. La elección es tuya. Cuando eliges un destino positivo, pones en marcha una fuerza imparable que te permitirá tener una carrera satisfactoria, el amor incondicional de tu familia, el afecto de tus amigos, la buena salud física y mental, y todas las otras riquezas de la vida verdadera. Para cambiar tu mundo, tienes que cambiar desde adentro hacia afuera. Debes comenzar contigo mismo. Al elegir tu forma de vida ponla en un contexto positivo, eso cambiará tu vida hacia cosas mejores, y también influirá positivamente en las personas que te rodean y con quienes tienes contacto.