Cuando te sales del camino para ayudar a los demás a seguir adelante, es inevitable que ellos sean recíprocos con esa acción de tu parte. Cuando genuinamente le deseas el bien a los demás, aún cuando sientas un poco de envidia de que progresen más rápidamente que tú en la vida o tengan más reconocimiento que tú, ellos responderán a esa acción de buena fe solidariamente. Tus buenas acciones los motivan a realizar lo mismo. Puede que nunca sepas cuanta gente te haya recomendado para un empleo, o para una promoción, o te hayan ayudado sin que te des cuenta, y eso simplemente como consecuencia directa de haberlos ayudado a seguir adelante en la vida en los momentos más difíciles de su existencia.