Nuestra fortaleza nace de nuestra debilidad, dijo Ralph Waldo Emerson. “Cuando nos atacan en lo que más nos duele o en los momentos de más apremio la indignación nos hace sacar fuerza de donde menos imaginamos”. La lucha constante y el coraje pueden inspirar a superar las adversidades, impulsándonos a lograr nuestras metas. Considera a todo esfuerzo como una oportunidad para el crecimiento personal. Es en si misma la propia lucha y no el resultado con lo que se construye el carácter. Cuando sepas que tienes la razón, mantén el curso aún cuando el mundo entero parezca estar en contra tuya y todos cuestionen tus decisiones. Cuando a la larga los resultados demuestren que tenías la razón cambiarán de opinión y se te reconocerá el esfuerzo y si por el contrario te equivocas reconócelo en su momento y rectifica.