Quizás la mayor cualidad en un líder y la habilidad más valiosa al construir relaciones sea la capacidad para pensar antes de hablar. Si tienes la tendencia de hablar instintivamente y después te arrepientes de tus acciones estando ya tranquilo, lo más conveniente será que recurras a la práctica infantil de contar hasta diez antes de hablar. Si por lo menos te tomas un momento de pausa para considerar las consecuencias, pensarías mejor en lo que dirías y los resultados serían más consistentes y efectivos.