No hay compromiso o negociación cuando se trata de decidir quién tiene que dirigir la vida de una persona. O bien tú eliges tomar las riendas de tu existencia y llevar una vida productiva a tu elección o permites que ésta se rija por las circunstancias. Pese a ello, siempre hay adversidades por vencer. En el viejo Oeste, solía haber una expresión que decía: “No hay caballo que no pueda ser montado ni jinete que no pueda montarlo” Como le sucede a toda la gente, hay día en que todo te sale bien y te sientes en la cima del mundo. Disfruta esas rachas de bienestar y recuerda esos momentos de euforia principalmente cuando necesites cargas de optimismo y pensamiento positivo en aquellos momentos en que experimentes una caída vergonzosa y dolorosa.